N° 20 C.2.5.10.8913

CRC SS-0046

Lunes a Viernes: 9:30-13:30 15:30-19:30 Sábados alternos: 10:00-13:00 (Consultar)   //   Llámanos: 943 27 21 46

¿POR QUÉ UN PERRO PUEDE SER AGRESIVO?

Cantidad de perros son sacrificados o abandonados por su conducta violenta, pero contrariamente a lo que se piensa, en la conducta agresiva del perro la raza toma poco protagonismo, las razas consideradas agresivas por naturaleza como el Rottweiler, Pitbull…

Es importante saber que este problema puede afectar a cualquier raza, no únicamente a las consideradas como PPP (Perros Potencialmente Peligrosos). Una educadora canina dijo:

“Es una ley sin ninguna base científica y que no ha servido más que para una cosa: condenar a millones de perros al estigma social a acabar abandonados y con muy pocas probabilidades de adopción, ya que el camino para hacerlo está lleno de trabas”.

Las conclusiones sorprenden: son los dueños los principales responsables de los ataques por dominancia o competencia de sus mascotas. Se ha comprobado que los factores externos, modificables y dependientes del dueño influyen más de lo que pensamos. Algunos de esos factores son: el hecho de que los dueños no hayan tenido un perro antes, no someterlo a un entrenamiento básico de obediencia, consentir o mimar al perro en exceso, no emplear el castigo de tipo físico cuando éste es necesario, adquirir el perro con los propósitos de regalo o capricho, castrar a las hembras, dejarle la comida de forma indefinida, o dedicarle poco tiempo en general y en sus paseos.

«No conocer estos factores potenciaría este tipo de agresividad y conformaría lo que podríamos llamar como darle “una mala educación a nuestro perro”.

Un líder enseña, educa, saca lo mejor de ti, lo potencia y te anima a seguir tu destino. Lo contrario de esto es un dictador.

Un estudio de Journal of Animal and Veterinary Advances, dice que cerca del 40% de las agresiones por dominancia se debe a dueños poco autoritarios que nunca han realizado entrenamiento básico de obediencia con sus mascotas o que, lo han hecho de forma mínima.

Para poder ponerle fin a este comportamiento, los dueños deben restablecer la dominancia sobre el animal. El castigo físico nunca deberá ser utilizado como justificación para ensañarse con el perro, debería de ser más una manera de asustar y demostrar la dominancia que tenemos en él, que una forma de infligirle sufrimiento al animal.

La agresividad es un tema preocupante para cualquier dueño, cuando se siente incapaz de dominar al animal. Pero el perro, ante todo intenta evitar el conflicto. Sin embargo, recurre a la agresividad como una herramienta para defenderse ante una situación que le incomoda. El problema es que hemos negado esa capacidad al perro, y nos escandaliza cuando utiliza su naturaleza animal.